domingo, 6 de octubre de 2013

Octubre

Para César

Todo comenzó nuevamente a partir de un sueño.

Has vuelto de entre los recuerdos difusos,
Los besos secos
Y las sábanas frías.

Volviste con más intensidad,
Con más fuerza;
Has vuelto para quedarte.

Robaste mis noches de sueño
Mis tardes de fresco y ventoso otoño
Hasta el alba nuestra de cada día.

Te llevaste mi vida en un suspiro, en un parpadear.
Tomaste mi alma sin permiso
La tatuaste con tus besos
Tus abrazos...

Me quedé con tus ojos tristes,
Con tu experiencia,
Tu calor frío.

En la inmensidad de mi soledad y desamor,
Sembraste una esperanza,
Una luz.

Eres, tal vez, un sueño.
El más sublime y húmedo de mis sueños.

La tremenda distancia es mi adversaria,
Viajaré por ti hasta encontrarte
En los confines del universo.


El Reencuentro

El reencuentro.

Voy caminando y me pregunto si tendré suerte de encontrarte. 
Transito la misma ruta a la misma hora;
A distintas horas por distintas vías,
Con el alba, hasta el anochecer.

A veces sólo contemplo.

Miro los ojos de gente tratando de encontrarte, de reconocerme en ti. 
Las miradas son las mismas, muchas de ellas cansadas de la vida y la existencia fútil;
Otras, llenas de gozo, inocencia y paz.

El viento de otoño se lleva las hojas viejas.
Por eso, en cada una escribí una invocación,
mi dirección y un poco de quien soy.

Aún recuerdo tu cabello negro agitado por el viento,
Los rayos de sol en tus ojos esmeralda,
Tu mano esbelta despidiéndose de la mía,
Y la calidez de tus labios después del último beso.

Partiste el último día de otoño.
Llegó la noche y con ella el invierno.
Y así pasaron los días, los años y las vidas.

Desde entonces y al otro lado del océano,
Mi afán es descubrirte entre los ojos de la gente.
Por eso te busco los viernes y los sábados
En el día o la noche, con el sol o con la lluvia

...Porque así somos los Gitanos.


Autor: Frau Marielle