Dejo el
corazón por cada ciudad que transito
Cada huella,
una esperanza
Viajo a mi
destino sobre un dragón-serpiente
Dragón de la
vida y la muerte
En la
espalda llevo mis memorias, mi Patria
En mi pecho,
mi sangre, mis hijos
Día y noche
son lo mismo,
La eternidad
manifiesta.
Conocí el
mundo en línea recta ascendente,
En un camino
de sombras y luz
Por donde
las almas van incesantes,
O reposan
esperando para siempre.
Aquí la
fraternidad “es la que rifa”
La Patria,
mi Patria y tu Patria estorban cuando el hambre cala.
Somos
viajeros anónimos,
El pretexto
del gobierno,
Las mujeres
sin nombre
Los hijos
perdidos
La esperanza
de pueblos
La carne del
cañón del narco,
Las voces
errabundas del desierto.
Somos lo que
el Poder olvida,
La memoria
de mi gente, de mi tierra
Somos
personas, somos almas,
Somos carne…
somos tú.
Autor:
Mariela I. Gutiérrez Aguirre.