jueves, 6 de julio de 2023

Derrepente, apareciste.

¿Cómo sucedió?
Ni siquiera ellos lo saben

Aquella noche, la Maga-hechicera caminaba por el bosque. A la luz de la luna recogió setas y diversas hierbas para elaborar pócimas. Feliz y satisfecha con su cosecha, la mujer caminaba descalza por el sendero mientras entonaba mantras de amor.

Al paso, encontró un hombre herido. El hombre se quejaba de un dolor inmenso en el alma que no lo dejaba vivir. La mujer se detuvo y sacó varias hierbas; tomó un poco de agua y fabricó una pócima que conjuró con luz de luna para curar al hombre.

Éste dudó de su poder, pero ella le prometió que, si coolaboraba, la herida sanaría relativamente pronto. Sólo necesitaba untar el bálsamo en su pecho, para que éste llegara hasta el corazón.

El hombre accedió. La hechicera lo acomodó sobre una cama de hojas secas y, mientras untaba la pócima, le recitó un conjuro. El hombre durmió profundamente hasta la mañana siguiente, mientras ella velaba su sueño.

Cuando despertó, no tenía el mismo semblante. De hecho, sentía alivio. 

Ambos se miraron a los ojos y se reconocieron de otros tiempos, de otras vidas. Entonces, la magia surtió efecto porque desnudaron su alma para volverse uno mismo. A partir de entonces, su corazón quedó sellado para siempre, a pesar de las distancias.


Marielle GTZ.